jueves, 30 de agosto de 2012

Presentarán en baile a la reina de Tlapehuala



Escrito por Ramiro Vargas Beltrán

TLAPEHUALA, GRO. En el baile del 31 de agosto, presentarán de manera oficial a la reina de las Fiestas Patrias Tlapehuala 2012.

Julio Parra Santamaría y la maestra Maura Tecomulapa Palacios informaron que en el marco del baile de cierre de fiesta de la Asunción de María será la presentación oficial de la jovencita Donna Laredo Araujo como reina de las Fiestas Patrias.

Tanto Julio Parra como la maestra Maura Tecomulapa Palacios son los organizadores de las actividades que tienen que ver con el festejo de las Fiestas Patrias en Tlapehuala.

De tal suerte, que la presentación pública y oficial de la señorita Laredo Araujo forma parte de esas actividades de las Fiestas Patrias Tlapehuala 2012.

Los organizadores informaron que en la noche de la presentación, a la jovencita se le entregará una banda, ya que la coronación y la entrega del cetro, será la noche del 15 de septiembre, tal como se ha venido realizando desde hace varios años.

Para la noche del 15, llamada también “noche mexicana”, en Tlapehuala se tiene preparado todo un espectáculo musical.

Informaron que para esa noche, inicialmente habrá una verbena popular en la que habrá una serie de platillos de antojitos tradicionales y regionales.

Cada una de las áreas del ayuntamiento de Tlapehuala, darán una variedad de antojitos mexicanos a todo el público y de forma gratuita.

Durante la noche mexicana será la coronación de la reina de las Fiestas Patrias Tlapehuala 2012, acto en el cual, el alcalde Rogelio Aguilar Rojas, será el responsable de coronarla y de entregarle el cetro.

Donna Laredo Araujo cuenta con 18 años de edad, es hija del matrimonio conformado por el Bernabé Laredo, quien es originario del barrio Tecalpulco y de la señora Angélica Araujo del barrio centro; actualmente cursa estudios del nivel superior y en breve entrevista señaló que se siente orgullosa y contenta por ser la reina de las Fiestas Patrias de un pueblo unido, lindo y trabajador como es Tlapehuala

 

Despertar del Sur, 30 de agosto de 2’012

 

http://www.despertardelsur.com/ds/index.php?option=com_content&view=article&id=39585:conjunto-arroyo-grande-muestra-de-cultura-calentana&catid=19:especiales&Itemid=24

miércoles, 11 de mayo de 2011

La Santa Cruz de Cochoapa, fiesta de danza, rezos, cohetes, flores y baile

A la celebración del día de la Santa Cruz, cientos de personas asistieron a la comunidad amuzga de Cochoapa, donde, durante dos días, se vivieron con intensidad esta hermosa fiesta dedicada al Santo Madero, y en la que lo más vistoso y pagano es el paseo del toro de petate.

La fiesta comenzó el día 2 de mayo, cuando el toro de petate y los personajes de la danza, como el Mayordomo, El Terrón, Los Corazones (quienes lo cargan) y Los Vaqueros, acudieron a hincarse frente a la Santa Cruz.

Para este ritual, los Vaqueros forman dos filas, portando un largo bastón adornado con listones en la punta superior, y con un ramo de flores en las manos. Caminaban y regresaban en una especie de contradanza, para luego hincarse frente a la Santísima Cruz, es llevada a la capilla de la Santa Cruz ubicada en un cerro de la misma población.

Allí mismo empieza el recorrido del toro, que junto con los personajes de la danza, sale a recoger los regalos (flores) a cada una de las casas que las ofrece, y que son ofrendas para la Santa Cruz.

Después de las 9:00 de la noche empieza la quema de los toritos y, al final, la quema del castillo, el cual es elaborado por los mismos coheteros de Cochoapa, quienes con sus manos expertas en el manejo de la pólvora fabrican los fuegos artificiales que se venden a lo lago y ancho de Costa Chica.

Al siguiente día, 3 de mayo, el toro sale nuevamente a pasear por todas las calles principales de la localidad, junto con los vaqueros, quienes esta vez van montados en sus caballos, mientras la gente poco a poco se va aglutinando llevando wiskie, cerveza o tequila para ambientarse.

Ya un poco alcoholizados, al son de la banda de viento y siguiendo la melodía del toro de petate, los cochoapeños se ponen a bailar; otros siguen al Terrón para que les dé latigazos, formándose para ello varias filas de hombres y mujeres. Por la multitud que se forma para recibir chicotazos, es necesario que en la danza haya dos o tres Terrones, para poder cumplir con la demanda de azotes de parte del público. Son tan fuertes los azotes, que los cuerpos quedan marcados.

Mientras el toro hace este recorrido, en otro lado, casi a orilla del pueblo, se llevaba a cabo un baile gratis amenizado por el grupo de Raza Costeña. acompañado por el sonido Fantasma.

Cientos de fieles a la Santa Cruz se deleitaron con esta festividad.

Por FRANK Cristóbal.
Cochoapa/Ometepec, Gro.


Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 06 de mayo de 2011.

La Feria en Azoyú

Opinión
Isaías López Abundis

La Feria en Azoyú

Decía el tío David Bautista Priego que cuando uno es niño desea crecer para explorar, conocer ó vivir situaciones prohibidas o propias de la gente adulta; como, por ejemplo, ver una película de terror, tomar un vaso de “chicha”, jugar en el salón de billar del pueblo, tocar la guitarra, fumar un cigarro, montar a caballo, etcétera.

Hoy quisiera volver a vivir esa etapa tan bonita que de niño se vive, sin preocupaciones ni prejuicios: acudir al arroyo “Chuchapa” en compañía de los amiguitos a chapotear, participar en las procesiones que se hacían en honor de Cristo Rey; hileras de niños con sus ensartas de flores de cacaloxóchitl y/ó cempoalxóchitl; cantar las misas en latín (cantos aprendidos de memoria) en compañía de mi padre y de mi hermano; participar en la kermess, que las catequistas religiosas realizaban para recaudar fondos para la construcción de la iglesia, kermess que casi siempre eran amenizadas por la orquesta del pueblo; disfrutar de los buñuelos y torrejas acompañadas con su respectiva miel de panela que se vendían en la plazoleta del centro de Azoyú.

Ahí, en la época navideña, se formaba un círculo de puestos de vendedoras, alumbradas con hachones de rajas de resinoso y aromático árbol de ocote que traían de la montaña (a finales de los años 50, no había energía eléctrica), mientras los pastorcillos nos arengaban con su canto “vamos pastores vamos”, a seguirlos y/o a cargar las estrellas elegantemente elaboradas con varas y papel de china, aseguradas a un palo largo de donde se llevaban asidas, dichas estrellas; dentro de su estructura llevaban una veladora prendida, y así parecían ir en el cielo. Tras los peregrinos íbamos todos cantando de casa en casa a admirar los nacimientos de la tía Adelina, de doña Clara Aguilar, de doña Ada Ríos, de doña Virginia Bustos, de doña Noemì Vargas de Bautista y de otros domicilios que visitábamos en espera de recibir y degustar los aguinaldos que ahí se repartían.

Esperar con ansias la llegada del día 8 de mayo que era (y aún sigue siendo) la fiesta mayor de mi pueblo, la fiesta del Santo Patrón, San Miguelito, para saborear los ricos dulces que eran elaborados en Ometepec, o las ciruelas hervidas que bajaban de Cuanacaxtitlán, las manzanas que llevaban “los vallistas” de Oaxaca; así como para ver y disfrutar de la danza de “La Conquista”, “Los Diablos”, que paradójicamente suelen acompañar en las procesiones a la Virgen de Guadalupe en el mes de diciembre, ó en la mencionada fiesta de San Miguel, como si por esas fechas, la diabla y los diablos se acordaran de rendir honores y tributo a quien para ellos y para nosotros, sigue siendo el Creador Supremo. Fiestas donde se confunden los cantos y alabanzas al Señor, con los pregones de los vendedores de diferentes mercancías que se expenden en una feria, y los sones como la marcha de “La Conquista”, de Los Vaqueros y el Toro de Petate, el son de Los Diablos interpretados por un solitario violinista, el cual era acompañado por el sonido de una quijada de burro que en manos de la diabla hacía las veces de “güiro”, y no faltando el lúgubre sonido del “bote” del diablo, quien al ritmo del son, toca contrapunteando con una espuela, y al mismo tiempo avanza bailando frenético, moviendo su larga trenza de blanco ixtle que le cuelga y arrastra por el suelo, seguido de su infernal séquito, vestidos todos de negro, cubiertos con sus espantosas máscaras y sus pañuelos colorados atados a los brazos, los cuales agitan y sacuden durante las evoluciones del baile, y de cuando en cuando gritan al unísono ¡¡Roooo!!, como para rematar su endiablada danza.

Hoy en día, en las ferias de los pueblos se ve poca asistencia; y es que la apertura de carreteras y la incursión de los tianguistas en las comunidades, han abastecido a la gente de los artículos más necesarios; en cambio, en aquellos tiempos, la incomunicación que existía obligaba a los habitantes a esperar con ansias la feria del pueblo para comprar desde un rebozo, ropa, calzado, alfarería, talabartería, juguetes y tantas otras cosas; además de que el establecimiento de los puestos por las calles principales, las mayordomías, la fiesta religiosa y la fiesta pagana, las danzas, el establecimiento de cantinas y “cabarés”, los antiguos juegos mecánicos como “el volantín”, la “silla voladora” y la “rueda de la fortuna”, eran los elementos que daban alegría y atractivo a las fiestas patronales y regionales.
Había pudor, inocencia, ingenuidad entre los niños y jóvenes (y hasta en la gente mayor), las cosas non gratas, no se hablaban tan “peladamente”.

Cuentan que en una ocasión, en Azoyú, un señor pudiente económicamente hablando, supo que las cantinas con mujeres de la vida galante ya estaban funcionando, y como él tenía dos hijos solteros en edad de merecer, quería que se “estrenaran”. Les dio dinero y les dijo: “Tengan hijos, vayan a las cantinas, échense unas copas y búsquense unas “fundas” pa`que guarden sus machetes. Los hijos obedientes, se fueron bien cambiaditos a cumplir con el mandado de su padre. Rayando el sol, estaba el padre en la puerta de la casa esperando a sus hijos cuando los ve venir a ambos con sendas fundas de cuero ¡nuevecitas! Meneó la cabeza y enojado sólo dijo: ¡Ay mis hijos…hijos de María Santísima!

Los invito para que visiten Azoyú, tradicionalista y bello rinconcito del estado de Guerrero, en estos días en que se celebra la feria de San Miguel Arcángel, especialmente el día 8 de mayo…
¡“Acá nos vemos”!

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 06 de mayo de 2011.